viernes, 28 de enero de 2011

Capítulo 4 - Lo sabe

Pasaron los días y cogí confianza con Carolina. Si, lo sé. Es un poco extraño que alguien que no conozca de nada se preocupe tanto por un desconocido, pero... Si me salvó y le di pena y luego me cogió cariño, pues, puede surgir una amistad. Que es lo que pasa en este caso, aunque yo sienta algo más por ella. Ese mismo día me daban el alta y ella me llevó a casa en su coche. Nos bajamos del coche mientras charlábamos de un tema que no recuerdo y entonces alcé la mirada.

- ¡ Dios mío ! - Comenté un poco desilusionado, asustado y extrañado.
- ¿ Qué pasa ? - Me preguntó ella con esa voz tan dulce, como si de nada pasase.
- La casa, mi casa. Está calcinada totalmente, lo único que queda son los muros, no creo que haya sobrevivido algún mueble, ni nada. ¿ Ahora qué hago? - Me lamenté.
- Tranquilo, tengo una idea. Puedes quedarte en mi casa hasta que encuentras un buen hogar, ¿ te parece bien ?-.
- No, no gracias. No quiero ser una carga...
- ¡ Eh ! Tú no eres ninguna carga para mi. Así que volvamos al coche y vayamos a mi casa.
- Bueno... ¡Muchas gracias! -. No podía hacer otra cosa, no tenía opción que escoger solo una.

Nos montamos en el coche, y unos minutos después de haber encendido el motor me preguntó.

- Lo sé. - Me afirmó como si le hubiera dicho algo.
- ¿ Qué ?
- Sé lo que te pasó en el lago -. Contestó mientras fijaba su mirada en la carretera.
- ¿ Cómo ? -. No entendía nada, estaba atónito a la situación.
- El atropello, la barca, la niña, el incendio...
- Pero, ¿ cómo sabes todo eso ? -. Me sentía incómodo, como iba saber ella lo que me había pasado, en aquel lugar no hubo nadie solo yo y el cadáver de aquella niña. No creo que me hubiera visto. Comencé a notar calor y a mover la pierna, y sin darme cuenta, empecé a comerme las uñas...

Capítulo 3.2 - Ella

Un enfermero abrió la puerta con tal afán que me asustó y despertó a mi ángel.

- Hola, ¿ en qué hospital estoy ? - pregunté con un hilo de voz.
- Está usted en el hospital de SCAlo.Aquí les dejo los calmantes, para su bienestar y ahora vendrá el médico.
- ¿ SCAlo ? ¿ Dónde es eso ? - Susurré, pero no lo suficiente bajo y así que, aquella señorita me oyó.
- Hola, soy Carolina. Supongo que no me recuerda. Vi una casa ardiendo en llamas y me acerqué y lo vi casi muerto. - Bromeó, aquella chica que dejó de ser una desconocida para mi.
- Ah... - No sabía que decir.
- SCAlo, es un nuevo hospital. A penas lleva abierto dos meses. Más bien que un hospital, es una gran clínica. Por si estás desorientado, está a unos metros de " Los Deseos " -. Me informó.
- ¿ "Los Deseos" ? - Pregunté.
- Si. Es un gran y profundo lago, rodeado de frondosos árboles y...
- ¡ Ah, ya ! Oye, muchas gracias por haberme ayudado y todo eso.
- ¡ Bah ! No hace falta ni que me lo agradezcas-. Entonces se acercó hacia mi, me miró a los ojos y me besó la frente.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Capítulo 3 - Ella

Oía una voz lejana, provenía de una mujer. De repente no noté nada, todo era negro y estaba como flotando, no sentía nada. Entonces vi una luz que me deslumbró, y sentí que estaba respirando. Parpadeé varias veces y miré hacia la derecha para que la luz no me molestase. No sabía donde estaba.La habitación era blanca, estaba tumbado sobre una camilla incómoda. Había un mueble también blanco con sueros y cosas de esas. Intenté cambiar de postura, pero no podía. Veía borroso y la cabeza comenzaba a dolerme. Miré hacia la izquierda, y en el cambio de dirección vio una puerta y una ventana con la persiana echada. A la izquierda había un sofá de color azul eléctrico. Estaba en un hospital. Volví a parpadear, no me lo podía creer. ¿ Quién era ? En el sofá había una chica rubia, el pelo lo tenía dos palmas más abajo de los hombros. Aquel rostro me, me... enamoró. Era perfecto. Estaba dormida y hacia muy dulce la situación. No era una enfermera ni nada, porque iba vestida con ropa normal. Pero no sabía quien era. ¿ Habría perdida la memoria ? ¿O sería una desconocida que me encontró ? No entiendo nada...

viernes, 24 de diciembre de 2010

Capítulo 2.2 - La Ventana

Notaba el cambio de temperatura. A fuera hacia mucho frío y yo solo tenía un pijama, estaba a punto de nevar. Me quedé unos minutos agarrado a la ventana hasta que no pude más. Lo intenté, aguanté hay no sé, casi cinco o seis minutos y al quedarme sin fuerzas. Me solté. Sabía que iba a morir y estaba espantado. Mientras caía hacia suelo en donde había casi siete metros de distancia, pude ver como la niña se acercaba a la ventana, me miraba, sonreía y me saludaba. Más bien, se despedía de mi. Oí un golpe muy brusco, noté algo que me hizo que no notase nada en la cabeza. El cuerpo me chocó con el suelo haciendo que crujiera entero, provocandome un dolor intenso que también dejé de sentir en breve. Notaba como si estuviera húmedo por la zona de la cabeza. Era sangre. Me había tirado desde una segunda planta de casi siete metros. Estaba inconsciente en el suelo con una brecha en la cabeza y por causa de tal me estaba desangrando y con algunos huesos rotos.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Capítulo 2.2 - La Ventana


La puerta volvió a crujir y se abrió de un portazo. Me asomé entre las mantas y una oleada de viento caliente entró en la habitación. Entonces noté el olor a quemado y me fijé que en el techo había humo que entraba por la puerta, cada vez se hacía más negro. Rápidamente me acerqué hasta las escaleras para bajar y era la entrada de la casa lo que ardía. La mitad de la escaleras estaba en llamas, ¿¡ Cómo salgo !? No sabía que hacer, cogí el teléfono del pasillo, pero los cables estaban cortados misteriosamente. Comencé a buscar el teléfono móvil y cuando lo encontré no encendía, no tenía puesta la batería. La única opción que me quedaba era saltar por la ventana, pero podría matarme. Comenzaba a marearme así que sin pensarlo más abrí la ventana, tragué silaba y fue sacando el cuerpo al exterior lentamente.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Capítulo 2 - La Ventana




Photography Graphics, Tumblr PhotographyDesperté y obviamente era de noche. Me senté en la cama y bebí agua del vaso que tenia en la mesita de noche. Miré al suelo y al subir la vista se fue la luz. Me acerqué a la ventana y vi que estaba lloviendo. Mientras me acercaba a la puerta de la habitación oía pasos cada vez más pronunciados. Puse la mano en el pomo, respiré hondo y abrí la puerta. Sentía miedo, pero no sabía de qué. Tocando las cosas fui llegando hasta el contador de la luz una vez allí subí todo los interruptores y la luz volvió a su normalidad. Volví al cuarto, me miré al espejo durante un rato. Entonces... ¡ Joder ! En el espejo se reflejaba la ventana, y por el reflejo de la ventana vi a la niña que maté. ¿ Pero como va ser posible ? Si está es la segunda planta de la casa, como no tengo una escalera. El miedo se apoderó de mí. Cerré la puerta con pestillo y puse una silla que diera bajo el pomo. Cerré la persiana de la ventana y miré en todos los rincones de la habitación. Volví a meterme en la cama y me tapé hasta más de la cabeza. Todo era silencio, un silencio que me ahogaba por dentro. Entonces volví a escuchar pasos, pasos que se acercaban a la puerta. Escuché el crujido del pomo el corazón se me iba a salir del pecho y entonces un montón de ruido. La televisión y la dos radios estaban al volumen máximo y todos las luces de la casa se encendieron. No podía explicar que estaba pasando, simplemente estaba aterrado.

martes, 7 de diciembre de 2010

Capítulo 1.3 - "Monotonía"


Llamé al trabajo y fingí estar enfermo. Cogí un cubo de agua que afortunadamente tenía en el coche, lo llené de agua varias veces y lo eché en el suelo, en la zona de la sangre. Cuando llegué a casa lo primero que hice fue limpiar el coche tres veces y luego me duché. Tiré mi ropa a la chimenea y después me deshice de las cenizas que quedaban. Cansando, subí a la planta superior, entré en mi habitación y me dormí en la cama. Claro está qué, antes de dormir me tomé varias pastillas para tranquilizar mi tensión.